lunes, 1 de julio de 2019

“Mad Max fue premonitoria de la sociedad actual" entrevista en la revista @ElCinefilCat


Entrevista realizada por Joan Ramon Armadàs en la revista online ElCinefil.cat publicada el lunes 1 de julio de 2019, con motivo de la preparación del curso "Apocalipsis y distopías en el cine de ciencia ficción" que codirijo con Ángel Sala, director del Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, y que organiza la Universitat de Barcelona en Els Juliols y que se imparte del 8 al 12 de julio de 2019 de 16:00 a 20:30 en el edificio histórico de la UB.

Podéis leer la entrevista en catalán aquí:

http://elcinefil.cat/2019/07/01/mad-max-va-ser-premonitoria-de-la-societat-actual/

o la traducción al castellano a continuación:

“Mad Max fue premonitoria de la sociedad actual "

Entrevista 1 de Julio de 2019. JR Armadàs, Director de El Cinèfil

Por sexto año consecutivo, el tándem formado por el Ángel Sala, director del Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, y Jordi Ojeda, profesor de la Universitat de Barcelona, codirige el curso de verano “Apocalipsis y distopía: sociedades futuras en el cine de ciencia ficción” organizado por Els Juliols de la UB, cada año con unos contenidos y una temática diferente. Este año el apocalipsis y la distopía llenarán las sesiones del curso que se celebrará del 8 al 12 de julio por la tarde, en consonancia con la celebración que el Festival de Sitges realizará en su 52ª edición del cuadragésimo aniversario del estreno de la película Mad Max (1979).

¿Por qué habéis elegido el tema del apocalipsis y la distopía para esta edición del curso?


La conmemoración de una efeméride como es el estreno de una película tan simbólica como Mad Max es una excusa perfecta para rendirle un homenaje, y recordar sus valores y actualizar su análisis, sólo hay que recordar que también tuvo críticas muy negativas en su momento. Paradójicamente, la película escrita y dirigida por George Miller, resulta muy premonitoria de la sociedad actual. Él la situó en 2021, en una sociedad apocalíptica y distópica que, desde un punto de vista sociológico, no dista mucho de lo que estamos viendo a nuestro alrededor.

¿En qué sentido lo dices?

El futuro representado en Mad Max se convierte en una sociedad futura marcada por la escasez del agua y del petróleo, en un contexto de crisis económica y energética, con una sociedad civil desbordada por la falta de recursos, especialmente en el ámbito de la justicia y la seguridad, en un clímax generalizado de corrupción.

También hablaremos de otras películas apocalípticas y distópicas que surgieron en la década de los ochenta. Y del mismo año hablaremos en profundidad también de Alien (1979), dirigida por Ridley Scott, todo un paradigma de la ambición de una gran corporación y que, para más inri, está buscando el arma definitiva.

El el curso contaremos con la presencia de expertos en el cine de culto (la crítica de cine Desirée de Fez), en el cine de animación (el profesor Jordi Sánchez Navarro) y en el cine asiático (el crítico Víctor Muñoz). Todos ellos darán su visión sobre el cine apocalíptico y distópico. Una ficción, en este caso, que nos hace de espejo de lo que podemos llegar a convertirnos como sociedad si no corregimos el rumbo.

¿Y cómo se puede hacer esta acción de corrección?

Los instrumentos para mí son evidentes y son los que siempre he defendido desde mi modesta función: la educación y la cultura. Un pueblo instruido y una ciudadanía inquieta por la cultura nos capacita como sociedad para la reflexión y el debate en todos los sentidos y con respeto para todas las ideas y personas. O casi todas las ideas, hay países que el saludo y la simbología fascista está prohibida y les va muy bien.

Se habla mucho de la crisis económica pero poco de la crisis de valores en la que estamos inmersos, una crisis alimentada por un liderazgo político muy mediocre y unos medios de comunicación que no están a la altura, y que actúan de altavoces, sin análisis y sesgando los titulares sin identificar claramente los extremos. Hay comportamientos que no se deberían permitir ni consentir.

¿Cuáles, por ejemplo?

Como espectador de los medios de comunicación he podido ver cómo se le daba voz a políticos corruptos y mentirosos, a funcionarios déspotas, a empresarios explotadores, a directivos mediocres y periodistas comprados (como empresario también he podido conocer en primera persona a algunos de estos perfiles), todos ellos tomando decisiones que nos afectan... a veces tengo la sensación de que estamos en manos de idiotas. Afortunadamente no son la mayoría, pero hoy en día estamos normalizando continuamente las acciones de blanqueo de personas que no deberían tener ningún tipo de protagonismo a nivel mediático o, al menos, sin la contextualización pertinente.

¿Podemos luchar contra el sistema?

Volvemos de nuevo a Mad Max. El protagonista, el personaje interpretado por Mel Gibson, dimite de su trabajo, hastiado e impotente ante un sistema corrupto y burocratizado. Contemplamos desde nuestra butaca en la sala de cine como el héroe de la película se va transformando poco a poco ante tanta barbarie, hasta convertirse también en aquello contra lo que luchaba, dejando los límites entre el bien y el mal en una raya muy difusa y confusa. En nuestra sociedad, no podemos pasar de ser víctimas a verdugos y tomarnos la justicia por la mano, acabaríamos matándonos por la calle. Debemos confiar en el sistema y en los mecanismos de autorregulación, aunque en ocasiones no se entiendan las decisiones.

Hay que recordar que no hace mucho el responsable de la oficina antifraude tuvo que ser sustituido por unas grabaciones vergonzosas, o que un alto juez tuvo que autodescartarse para un cargo importante después de unos indiscretos mensajes en el móvil de un político, o que hay evidencias probadas y contrastadas de lo que se conoce como "las cloacas del estado", unas cloacas que han tenido la condescendencia de algunos medios. La pregunta que procede en este caso es: "¿Quién vigila a los vigilantes?"

Tenemos que estar al acecho para no perder como sociedad la memoria ni el criterio de por qué se han de hacer las cosas de una manera determinada. Así que mi pequeña contribución a la reflexión a partir del análisis de la ficción pienso que es muy útil y puede ser una herramienta efectiva y contundente, fomentando la cultura y reconociendo, además, la importancia que tienen las producciones audiovisuales si sabemos mirar la ficción.

Un sector donde también hay grandes corporaciones...

La existencia de las grandes corporaciones es una característica fundamental en la representación de distopías en la ficción, con notables ejemplos en la literatura, las series de televisión y el cine. En el sector audiovisual, hay organismos que intentan controlar la concentración de contenidos y de producción y velar por el control de la privacidad de los usuarios, pero todavía hay mucho camino por recorrer y el peligro de un comportamiento ilícito es siempre presente. Un buen ejemplo reciente ha sido la serie de televisión Incorporated (2016-2017), creada por los hermanos Pastor, talento barcelonés formado en la ESCAC, con una gran proyección internacional.

La serie nos muestra una gran ciudad dividida en dos zonas claramente diferenciadas, como si el desarrollo económico y tecnológico de la sociedad fomentara la diferencia por clases sociales, en un futuro donde el sector público prácticamente ha desaparecido y donde el poder lo tienen las grandes corporaciones empresariales que ponen el destino de los ciudadanos en manos de una élite que se mueve por la ambición del poder y la acumulación de riqueza... O sea, casi como en la realidad, vamos.

Y también han dirigido y guionizado películas apocalípticas.

Efectivamente, hay que recordar las míticas Infectados (Carriers, 2009) y Los últimos días (2013), ambas muy diferentes pero que nos muestran el comportamiento humano y su capacidad de supervivencia en un contexto catastrófico. Destacan las dos no sólo por su planteamiento, sino también por su producción, y podremos hablar con ellos justamente desde estos dos puntos de vista.

Álex y David Pastor participarán en la clausura del curso de verano, han sido muy generosos de aceptar la invitación a venir y pienso que es una gran suerte para nosotros poder contar con su experiencia en el curso. Seguro que los aficionados asistentes disfrutaremos de su presencia, donde podremos hablar también de su nueva producción, la película Hogar (2019), protagonizada por Mario Casas, y Javier Gutiérrez, actualmente en fase de postproducción y que se estrenará próximamente en la plataforma Netflix.

¿Se vislumbra una evolución en la temática de las películas dirigidas por los hermanos Pastor?

Esto se lo tendremos que preguntar a ellos en la clausura del curso. En el fondo, el fantástico es un recurso empleado en los guiones para poder hablar de nuestra sociedad, planteando un contexto ficticio donde deben vivir personas aparentemente tan normales como nosotros mismos, a quienes les sucede algo extraordinario. Una vez aceptado este contexto imaginado, el resto debe ser verosímil para que provoque en el espectador la reflexión.

Por ejemplo, a mí me encanta una película guionizada por Àlex y David Pastor: Eternal (Self / less 2015), dirigida por Tarsem Singh y protagonizada por Ryan Reynolds y Ben Kingsley, que plantea como a partir de la tecnología podemos implantar nuestro cerebro en otro cuerpo, convirtiéndose de esta manera en inmortales, a cambio de correr el riesgo de utilizar una tecnología que no es todavía eficiente al 100% y de saltarte la ley por tratarse de una ciencia no regulada. Las decisiones acaban tomándose teniendo en cuenta una ética basada, una vez más, en el poder económico: el poder del que es capaz de comprar un cuerpo más joven.

Este es un tema que tratas en profundidad en tu último libro.

Efectivamente, en el libro “Robots de cine. De María a Alita” hablo de la concepción de la criatura artificial en la ficción en general y, en particular, de cómo la tecnología está transformando la humanidad. En el caso de Eternal, el protagonismo se convierte en un poshumano, una evolución del ser humano hacia un nuevo estado donde pasa a ser muy importante la concepción de la identidad de uno mismo. La implantación o manipulación de recuerdos en el cerebro o la copia digital del mismo es un tema recurrente en la ficción y plantea situaciones éticas o científicas que la ficción nos está mostrando desde hace tiempo. Sólo hay que recordar películas como Blade Runner (1982), Olvídate de mí (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004) o la interesante serie Altered Carbon (2018-).

¿Los robots formarán parte de un escenario apocalíptico futuro?

Del futuro seguro que sí formarán parte. Que este futuro sea apocalíptico espero que no, y si lo es creo que será más culpa de los humanos que de los robots. ¿Te imaginas un robot dotado de inteligencia artificial, capaz de hablar cualquier idioma, conocedor de la historia, entrenado con la sabiduría de todas las ciencias y con una capacidad analítica y de cálculo superlativa, que te diga que es monárquico, que pertenece a tal religión, que quiere poner barreras o dificultar la llegada de personas necesitadas que huyen de la guerra, y que todo esto lo diga mientras enarbola una bandera y mira una corrida de toros? ¿Te imaginas el robot diciendo y haciendo todo esto?

De hecho, en el cine hemos visto robots e inteligencias artificiales que han querido destruir a los humanos de todo el planeta, en la mayoría de los casos como solución para salvar al mismo planeta. Quizás sería interesante analizar por qué estas inteligencias artificiales con tanta sabiduría y capacidad de cálculo han llegado a esta conclusión.

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